"Sé generoso en la prosperidad y agradecido en la adversidad." Bahá'u'lláh

viernes, 9 de agosto de 2013

Vida


Por qué culpar al cuerpo

de lo que hacen los hombres.

El espíritu viene cuando quiere,

¿pero acaso tenemos la paciencia

que nos requiere?

A veces estar solos y esperar

es arduo y complicado.

El pobre Schumann lo sabía

y perder la razón no fue un delito.

Pues esa efervescencia de la mente

es tanto necesaria, cuanto es peligrosa.

Somos los vasos o las copas

que reciben del cielo el húmedo rocío.

Algunas almas se anegaron

bajo un puro aguacero,

y sus cuerpos morían trastornados.

Hay una enfermedad del alma

que no curan las pócimas

de nuestra medicina.

Tal vez se olvida,

y en el sopor nos duerme,

pero allí sigue estando.

¿Por qué corremos espantados

huyendo de un dolor,

si en ocasiones es

nuestra única vida?





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