"Sé generoso en la prosperidad y agradecido en la adversidad." Bahá'u'lláh

jueves, 4 de julio de 2013

Ahogado


Con el mar se mezcló tu sangre

y hasta mí vino el llanto de los peces

que probaron tu carne.

Ya nadie te recuerda.

Fuiste cerrando puertas y ventanas

y tu pequeña luz se fue apagando.

Sin una despedida, bajaste los peldaños

que llevan a la roca de la luna.

Nunca te oí decirlo, pero sin duda creo

que te sentías libre,

como la nube a la que lleva el viento.

Echo de menos nuestras pláticas

y tu indulgencia, acaso tu desdén

por los desasosiegos cotidianos.





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